En la milonga


El viaje empieza en el baile popular. La danza que se crea todas las noches, como el planctum de los océanos, en milongas como las que organiza Anita, o como las de La Glorieta de Belgrano, la de Plaza Dorrego en San Telmo, o la de Costanera Sur. El baile que es alivio del tedio y ámbito de creatividad y libertad. Este surge de las limitaciones del hombre común que se transforma en bailarín. De allí surgen los universos que luego intentamos danzar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta la estética de la fotos que eligieron para el blog porque transmiten mucha magia y calidez, principalmente por los colores rojos y naranjas. La del azul transmite mucha profundidad e invita a la meditación mientras se danza. Recuerdo muy bien las milongas de la costanera, plaza dorrego y la glorieta, y pricipalmente la de cochabamba 444 donde los he visto acariciar el piso... Les deseo muchos éxitos y te felicito Santi por tu transformación de hombre común en bailarín.
Un abrazo

Débora Swistun